El endoesqueleto es la base principal (el chasis) de los Terminators. Su función principal es hacer mover al cyborg a través de poderosos servomecanismos hidráulicos; además, su cráneo posee la CPU (el "cerebro" del Terminator), los circuitos auditivos, los ojos y un modulador de voz. A grandes rasgos recuerda a un esqueleto humano, pero está construido de metales y aleaciones especiales que lo hacen muy resistente a ataques y a casi cualquier tipo de municiones. Generalmente viene equipado con una célula de poder compuesta por Iridium, la cual brinda 120 años de energía; en el caso del Terminator T-850, su fuente de poder son 2 cartuchos de hidrógeno, los cuales al sufrir un daño severo se vuelven muy inestables, y explotarán tal como una bomba de hidrógeno (o termonuclear). A partir del Terminator T-1000, el endoesqueleto es de metal líquido, y la única manera de destruirlo es fundirlo a temperaturas muy altas, o con ácido.
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